Un excelente reportaje publicado esta semana en Business Week titulado "Who´s is afraid of Google?" pone de manifiesto la influencia que esta compañía está teniendo en el desarrollo de la convergencia digital. Una influencia que en un mundo basado en el navegador a muchos recuerda la influencia de Microsoft en el mundo basado en el escritorio del PC.
Este escenario de dominio global de la convergencia ya fue recreado por un video citado en este blog EPIC 2014, donde la compañía resultante de la fusión entre Google y Amazon, denominada GoogleZone establecía un dominio de factor sobre los servicios, la informaciones y la identidad digital de todos nosotros.
Desde un punto de vista más realista Google todavía dista mucho de ser un monopolio. En el mercado estadounidense logra generar un 48,1% de las búsquedas en la red (dato de febrero de 2007), y capturar un 36% de la publicidad online. Curiosamente la posición de Google es de un dominio abrumador en la Europa no angloparlante, con cuotas de mercado que en Alemanía superan el 90%.
Esta visión de Google como entrante con ambiciones de dominio en nuevos mercados se ha visto acrecentada por el lanzamiento de su suite ofimatica online junto con la adquisición de YouTube. En el primero de los casos, Microsoft ha percibido una amenaza directa en el medio plazo a una de sus principales lineas de negocio. En el segundo han sido los medios quienes han percibido el poder de un nuevo canal de distribución de contenidos que lleva asociado un conocimiento del espectador mayor que el que ellos jamás habían soñado.
Sin embargo esta visión de dominio deja de lado muchos elementos necesarios para garantizar una presencia de mercado relevante en estos nuevos negocios. De hecho, el camino hacia el futuro de Google pasa más por ser socio que competidor, al menos de momento, como se ha demostrado en el caso de YouTube.
A esta necesidad de alianzas debe añadirse una vulnerabilidad muy clara en su negocio principal. Como esta demostrando Yahoo en el mercado de USA, el coste de cambio de un buscador a otro es relativamente bajo. Y un comportamiento arrogante puede traducirse rápidamente en altas tasas de churn hacia otros buscadores ya que la diferencia tecnológica se erosiona cada vez más. Dos ejemplos de ello para probar: Clusty.com y KartOO.com .
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