Sin duda invita a la reflexión publicada hoy por El Navegante sobre la iniciativa conjunta del Vaticano y Hewlett-Packard para digitalizar los fondos de los museos y biblioteca vaticanos (ver noticia). Un esfuerzo patente en el volumen documental a preservar de forma digital:
"50.000 manuscritos en todo tipo de superficies (papel, papiro, pergamino…), 8.300 incunables (de los que 65 son de pergamino), 1.600.000 volúmenes impresos (antiguos y modernos), 100.000 impresiones sueltas, y 300.000 medallas y monedas"
Más alla de garantiza la conservación de estos tesoros codicológicos se encuentrá el deseo de facilitar y ampliar su difusión y conocimiento. Las bibliotecas y archivos, al igual que los modernos sistemas de información, han dejado de ser meros repositorios para convertirse en verdaderos medios de difusión.
Sin embargo, el ejemplo de la Biblioteca Vaticana hace reflexionar sobre el legado cultural que se está acumulando e Internet y cuyo carácter es tan fugaz como el de las tablillas de cera utilizadas por los romanos. Una primera iniciativa fue lanzada en 1996 por Brewster Kahle (ver bio), uno de los fundadores de Alexa, bajo el nombre de Internet Archive.
En Internet Archive cualquiera puede encontrar almacenada con frecuencia casi trimestral el estado de su web. Una experiencia que en algunos casos es más un viaje en el tiempo que en el cyberespacio. Una sugerencia para el lector, siga la evolución de su portal favorito en Internet Archive. Sin duda, la sonrisa volverá a su rostro.
Y es que como decian los latinos... el tiempo huye.
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